La cooperación. Parece un concepto fácil de entender y adoptar, sobre todo en lo que respecta al trabajo en equipo necesario para dirigir y hacer crecer una empresa de éxito. Pero entonces, ¿por qué tantos propietarios de empresas, equipos directivos y organizaciones luchan por fomentar una cultura de cooperación? ¿Es tan difícil trabajar juntos en un esfuerzo conjunto?
Bueno, seguro que puede serlo.
Y las razones son muchas. Por ejemplo, las organizaciones con un modelo de trabajo híbrido son especialmente vulnerables a una colaboración deficiente, ya que los empleados de Home Office y los trabajadores de oficina están separados por la distancia, por no hablar del acceso al liderazgo. Los departamentos pueden estar divididos en secciones, lo que provoca desconexión. Puede que las reuniones estén mal organizadas y no estén diseñadas para la aportación, la alineación y el acuerdo. Tal vez haya una falta de comunicación positiva y transparente.
Todos estos factores negativos sugieren una mala estrategia de cooperación, que puede tener un enorme impacto negativo en la productividad, la rentabilidad y la retención de los empleados.
· Casi 9 de cada 10 empleados atribuyen a la falta de cooperación el principal motivo de los fracasos laborales.
· Los empleados que trabajan en entornos colaborativos son un 50% más eficaces a la hora de completar tareas que los que trabajan de forma independiente.
· Las empresas con equipos conectados reducen la tasa de rotación de empleados en un 50%.
· La colaboración en el lugar de trabajo aumenta la productividad en un 25% o más.
Una cultura de cooperación está repleta de ventajas para el entorno que van más allá del objetivo de que todo el mundo se comunique y se lleve bien. Aunque la armonía y la interacción son importantes, el verdadero poder de la cooperación es que inspira la innovación, mejora los procesos y aumenta sustancialmente la productividad. Aparte de los que tienen una personalidad muy independiente, casi todo el mundo en su organización encontrará un entorno de trabajo de cooperación agradable y beneficioso.
Hay muchas formas de incorporar medidas de cooperación a tu empresa. Celebra periódicamente sesiones de lluvia de ideas en las que participen todos los empleados o departamentos, crea equipos mixtos que aprovechen las distintas habilidades para alcanzar los objetivos y plantéate cambiar los espacios aislados de la oficina por un espacio de trabajo más comunitario. Todas estas tácticas pueden ser eficaces para fomentar la colaboración en toda la empresa; sin embargo, una cultura de cooperación existe a un nivel mucho más alto que las implementaciones específicas. Un entorno colaborativo es más parecido a una percepción colectiva que involucra e inspira a todos los miembros de la organización.
"Unirse es un comienzo, permanecer juntos es un progreso y trabajar juntos es un éxito". ~Henry Ford
3 Formas de Crear una Cultura de Cooperación
Cada empresa es única, pero existen enfoques eficaces, casi universales, para mejorar la alineación y el compromiso al tiempo que se establece la cooperación en el lugar de trabajo.
1. Define Metas y Objetivos
Una cultura de cooperación, como la mayoría de los objetivos empresariales, empieza por definirla e identificar los indicadores clave de rendimiento (KPI). Por lo tanto, la cooperación tiene que ser concreta y medible. Los KPI pueden reflejar parámetros de productividad, rentabilidad y retención de empleados. Aunque la innovación en sí misma puede ser difícil de controlar, sí se pueden medir, por ejemplo, el número de lanzamientos de nuevos productos u ofertas de servicios.
Asegúrate de hablar de las expectativas de cooperación en los procesos de entrevista e incorporación, y de incluir la filosofía en el manual de empleados.
2. El Liderazgo Debe Recorrer su Camino
Los líderes que colaboran valoran y buscan opiniones diversas, lo que genera compromiso, confianza y alineación en toda la organización. A diferencia de sus homólogos autoritarios, los líderes colaborativos se apoyan firmemente en la comunicación abierta, la transparencia y el respeto.
Elaboran estrategias y resuelven problemas basándose en la contribución de muchos y no en la aportación de unos pocos. Los líderes que modelan la cooperación se ven recompensados con empleados que se sienten más conectados y que asumen como propio su trabajo.
3. Incentiva, Incentiva, Incentiva
Hablando de recompensas, los incentivos pueden impulsar incluso a los empleados más independientes a colaborar. Considera la posibilidad de reconocer y recompensar tanto los logros individuales como los del equipo, pero haciendo hincapié en los resultados del grupo. Al reducir la competencia entre individuos e incentivar a los equipos para que triunfen juntos, es más probable que los empleados apoyen y fomenten una cultura de cooperación en la empresa.
Y ese podría ser el verdadero secreto del éxito empresarial.
Comments