Hoy en día, los directivos de las empresas se centran más que nunca en encontrar formas de fomentar el compromiso y la productividad de los empleados. Aunque las circunstancias varían de una empresa a otra, en la mayoría de los casos se aplican ciertos principios clave.
Un punto de partida efectivo es analizar a fondo cómo se hacen exactamente las cosas dentro de tu organización. La complejidad es mayor que nunca (en cuanto a innovaciones tecnológicas, procesos y productos), por lo que cada vez es más importante hacer todo lo posible para ayudar a los empleados a hacer su trabajo.
Encuentra tiempo para dar un paso atrás y evaluar cómo se hacen las cosas en tu empresa. Al evaluar el flujo de trabajo y los procesos, "comprenderás mejor las áreas operativas en las que la complejidad es un obstáculo para la producción, en lugar de beneficiarla".
A continuación, se indican otras medidas a tener en cuenta:
Examina la calidad de tu entorno de trabajo.
Es probable que los empleados sean más productivos en un entorno de trabajo cómodo y limpio. Revisa las condiciones de tu lugar de trabajo. Invierte en mantener una iluminación adecuada, una temperatura ambiente apropiada, el uso de sillas ergonómicas y alienta a los trabajadores a practicar una buena "higiene de oficina" manteniendo sus puestos de trabajo limpios y ordenados.
Comunica tus expectativas a los empleados.
Los empleados suelen trabajar más si tienen claro lo que se espera de ellos. Asegúrate de que los jefes se reúnen periódicamente con los miembros del equipo, tanto dentro como fuera de la empresa, y de que se ocupan de cualquier dificultad burocrática que se interponga en el camino de su equipo.
Como señala Insperity, "si las expectativas de un directivo no son claras, los empleados pueden sentirse confusos, aburridos o resentidos, y centrarse más en su propia supervivencia que en cómo pueden ayudar al éxito de la empresa..."
Adapta las habilidades a las tareas.
Debería ser obvio: las personas rinden mejor cuando las tareas que se les asignan se desarrollan a partir de sus habilidades individuales. Entrepreneur sugiere dividir partes de un proyecto a gran escala "para que empleados específicos dirijan equipos que realicen las tareas que mejor saben hacer". Esto puede ayudar a los directivos a evitar "realizar múltiples procesos y gestionar eficazmente los procesos de la empresa en toda la organización".
Establece objetivos y promueve el desarrollo de los empleados.
Con objetivos claros, los empleados pueden avanzar más eficazmente hacia el tipo de productividad que buscas. Engage for Success recomienda a los líderes empresariales que "establezcan objetivos retadores pero alcanzables para sus empleados y den instrucciones claras a los supervisores para que puedan explicar su mensaje y sus expectativas". La claridad en torno a los objetivos de la empresa ayuda a los empleados a mantenerse centrados en lo que es más importante para la organización.
A medida que se alcanzan los objetivos y la empresa avanza, aprovecha cualquier oportunidad para destacar cómo estos objetivos apoyan los planes de desarrollo profesional de tus empleados. Como hemos señalado antes, "una conversación en profundidad sobre dónde quiere estar el empleado (en un año, cinco años, etc.) y qué habilidades adicionales se necesitan para llegar allí" puedes aumentar su sentido del compromiso y provocar un mayor optimismo sobre la empresa en general.
El reconocimiento de los empleados debe ser un elemento clave de tu cultura
Una mayor productividad nace del sentimiento de orgullo y valor que tienen los empleados dentro de la organización. La gente quiere que se reconozca su trabajo, sobre todo si va más allá de sus responsabilidades. Busca formas de reconocer al personal, así como a los equipos de los proyectos que generan resultados importantes para la empresa.
Los programas formales de reconocimiento hacen hincapié en el trabajo duro, la resolución creativa de problemas y la alineación con los valores de la empresa. La puesta en marcha de un programa de este tipo enriquecerá tu cultura y servirá a dos objetivos clave: comprometer a la mano de obra que ya tienes y, con suerte, atraer a una nueva cosecha de futuros empleados en los meses y años venideros.
Una mayor productividad de los empleados siempre es posible, siempre que siga siendo una prioridad máxima dentro de la empresa.
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