top of page
Buscar

5 Señales de que Estás Haciendo Micromanagement y Ni Siquiera Te Das Cuenta

  • Foto del escritor: TAB
    TAB
  • 9 dic
  • 4 Min. de lectura

ree

Es una de las primeras reglas del liderazgo empresarial: no hagas micromanagement a tu equipo. El micromanagement es un estilo de liderazgo que implica supervisar en exceso a tus colaboradores y negarles incluso un mínimo de autonomía para realizar su trabajo. Salvo quizá por el sentido inflado de importancia del propio micromanager, prácticamente no existe ningún resultado positivo ni sostenible a largo plazo derivado de este estilo.

Los empleados que son microgestionados constantemente son menos productivos, más estresados y tienen mucho menos espacio para innovar y crecer. Es un estilo de liderazgo profundamente negativo, con efectos duraderos, pero la mayoría de los micromanagers ni siquiera reconocen que están cayendo en ese comportamiento.

Pero no te confundas: el equipo sí lo nota.


Señales de que Estás Haciendo Micromanagement (La Perspectiva de Tu Equipo)

Por lo general, los micromanagers son relativamente fáciles de identificar en un entorno empresarial o de gestión. Aunque puedan tener las mejores intenciones, sus acciones y comportamientos negativos se vuelven evidentes para sus equipos.


Los micromanagers suelen mostrarse por medio de:

  • Supervisar constantemente a sus equipos.

  • Exigir reportes y check-ins de manera continua.

  • Solicitar avances y reportes de progreso en exceso.

  • Estar encima de todo e insistir en criticar.

  • Carecer de habilidades de colaboración y escucha.


Es importante señalar que las demandas de una posición de liderazgo pueden requerir algunos de estos comportamientos ocasionalmente, pero en los micromanagers crónicos esto es su estado predeterminado. Sus acciones, que matan la motivación, simplemente no se detienen.

Y, como era de esperarse, los micromanagers siempre tienen excusas para justificar su forma de gestionar.



Cómo los Micromanagers Justifican su Comportamiento

La autorreflexión es un reto, especialmente para un micromanager. En lugar de reconocer el impacto negativo de sus acciones, suelen ver su estilo como un enfoque necesario para mantener los objetivos del negocio en curso y a su gente “en línea”.


Esta incapacidad de reconocer su enfoque excesivamente controlador vuelve extremadamente difícil que puedan corregir el problema.


En vez de problemáticos, los micromanagers tienden a verse a sí mismos como:

  • Altamente orientados al detalle y capaces de detectar errores.

  • Más comprometidos y preocupados por los resultados que sus empleados.

  • Prácticos y disponibles para resolver problemas al instante.

  • Los “guardianes” que aseguran que nada se escape.

  • Más perspicaces que otros sobre procesos, procedimientos y objetivos.

Y quizá tengan algo de razón en algunas de estas percepciones, pero eso no justifica un comportamiento asfixiante que limita la autonomía del equipo.



Por Qué el Micromanagement es un Gran Problema

El micromanagement es un comportamiento sumamente corrosivo que afecta casi todos los aspectos de una organización. Cuando los empleados se sienten desempoderados, vigilados y constantemente cuestionados, es más probable que estén insatisfechos con su trabajo, que disminuya su rendimiento (irónicamente) y que renuncien.

La rotación de personal suele ser una clara señal de micromanagement; mientras más alto el nivel del empleado, menos tolerancia tendrá a ser microgestionado.


El micromanagement también te atrapa a ti como líder. En lugar de tener tiempo para trabajar estratégicamente en el negocio, los micromanagers terminan encadenados a monitorear tareas diarias. Si cada detalle operativo depende de ti, simplemente no queda espacio para pensar en grande, planear estratégicamente o innovar.

En pocas palabras, el micromanagement es un juego perdido para ti, tu equipo y toda la organización.



Superar la Necesidad de Hacer Micromanagement

Cambiar este comportamiento es difícil. Primero requiere reconocer el problema, y luego comprometerse con la solución.

Es importante entender que “soltar las riendas” no significa bajar tus estándares, sino aumentar tu confianza en que tu equipo puede cumplir con las expectativas.


Al principio, la transición del micromanagement al empoderamiento se sentirá incómoda y será un acto de fe. Pero es un paso enorme hacia la sostenibilidad y el éxito de tu empresa.

Comienza por hacerte a un lado. Elige a un líder de equipo que se convierta en la persona de referencia para resolver los asuntos del área. Úsalo como tu punto de contacto. Define expectativas, requisitos y metas a largo plazo. Mantén espacios para hacer check-ins, pero deja que esa persona sea quien lidere el proceso.


Durante estas reuniones uno a uno, evita dar instrucciones o dictar soluciones (eso es simplemente micromanagement disfrazado). En cambio, conversa sobre estrategias de desempeño y metas del equipo.


Delegar, delegar y delegar. La mayoría de los micromanagers carece de habilidades sólidas de delegación. Al transferir tareas a otros, tu equipo gana autonomía y puede desempeñarse a un alto nivel sin tu vigilancia constante. Cuando delegues una responsabilidad, evita dictar “la única forma correcta” de lograrla. Mejor, dialoga y colabora sobre cómo la persona planea cumplir con las nuevas expectativas.


No intentes arreglarlo tú mismo cada vez. Esta parte es difícil. Muchos micromanagers se condenan a sí mismos creyendo que es más rápido y eficiente resolver el problema ellos mismos que enseñar a otros a hacerlo. Y quizá tengan razón a corto plazo, pero a largo plazo es mucho más valioso que tu equipo aprenda a resolver por su cuenta.


Abraza tu rol como desarrollador. En lugar de ser un vigilante o un controlador, céntrate en desarrollar a tu gente. Las recompensas son enormes. Dejas de ser quien critica o señala, y te conviertes en un coach, un estratega y un motivador. Como líder empresarial, tu verdadero poder está en desarrollar a las personas a tu alrededor.


Acepta que no sucederá de la noche a la mañana. Como muchos hábitos, superar el micromanagement es un gran desafío, pero vale totalmente la pena. Requiere mucha autoconciencia, humildad y un compromiso inquebrantable para ser un mejor líder. Y eso lleva tiempo. Sé paciente contigo mismo y reconoce que dar este paso ya te convierte en un líder mejor.


Recuerda: el liderazgo no se trata de monitorear cada movimiento, sino de empoderar a tu equipo para desempeñarse con confianza.


 
 
 

Comentarios


TAB-LI-Personal-ChangeHappens-1584x396-PicOnly-v4.jpg

El conocimiento colectivo al servicio de tu éxito
19 razones por las que necesitas un consejo integrado por empresarios

© 2024 The Alternative Board is a registered trademark. All rights reserved.
bottom of page