Todo el mundo experimenta estrés en algún momento, pero cuando esto ocurre en el lugar de trabajo, los efectos pueden extenderse peligrosamente. Y es que, el estrés puede ocasionar que el rendimiento laboral y la productividad disminuyan, y si no se controla, puede apoderarse de todo el entorno y afectar la capacidad de crecimiento de una empresa.
Por el lado contrario, una cultura empresarial dedicada a la salud y al bienestar de los empleados, a menudo ve un aumento en la productividad, en la moral y en la disposición a contribuir más allá de las responsabilidades laborales.
Por lo tanto, no es de extrañar que la mayoría de las empresas tengan un interés genuino en ayudar a garantizar que el estrés se mantenga en un mínimo absoluto en el lugar de trabajo. He aquí algunas sugerencias para lograr este objetivo:
Necesitas estar consciente de cuáles son los signos de estrés. Algunos empleadores descuidan el seguimiento del bienestar de los empleados o simplemente pasan por alto las señales de que el estrés se está infiltrando en el ambiente laboral. Pero una vez que comiences a buscar los signos de estrés o exceso de trabajo, encontrarás que pueden ser bastante fáciles de detectar:
Empleados que trabajan muchas horas (después de que es hora de irse a casa).
Proyectos completados con prisas y con resultados mediocres.
Un ambiente de trabajo que se siente tenso e irritable.
Disminución de los niveles de enfoque y atención en las reuniones.
Sensación general de desánimo.
Cualquiera de estas señales debería servirte como una advertencia; pero si detectas más de una, es hora de actuar.
Promover la actividad física. Todos sabemos que los seres humanos simplemente no están diseñados para sentarse en un escritorio durante varias horas seguidas; pero a menos que sea aprobado por el gerente, tu equipo de trabajo no se inclinará a tomar un descanso de sus funciones, aún si éste es extremadamente necesario, y tampoco optarán por moverse de sus asientos.
Incluso un poco de ejercicio, como caminar a paso ligero en el estacionamiento de la empresa, puede aliviar el estrés y mejorar la concentración. Anima a tus trabajadores a tomar descansos regulares que impliquen alguna actividad física menor o, incluso, puedes considerar ofrecer membresías con descuento en un gimnasio local.
Sé transparente (tanto como sea posible) sobre los cambios organizacionales. Una fuente común de estrés es la confusión y la ansiedad acerca de los cambios que afectan al entorno laboral. Los empleados que carecen de información concreta sobre tales cambios son víctimas de rumores y chismes, que lo único que hacen es aumentar los niveles de estrés y disminuir la productividad.
Mantener a los empleados actualizados es fundamental porque, como señala el asesor comercial Shaw Gibbs, "no hay nada peor que la incertidumbre". En una atmósfera de comunicación abierta, es más probable que los empleados “compartan inquietudes, ideas y pensamientos, lo que genera relaciones de trabajo mucho más sólidas y una cultura empresarial más saludable”.
Demuestra que aprecias las contribuciones que hace cada uno de tus empleados. Cuando los colaboradores sienten que su trabajo no se valora, experimentan estrés por su futuro en la organización. Tomarse el tiempo y tal vez incurrir en algún gasto menor para demostrar que valoras su esfuerzo, bien vale la pena cuando el resultado es menos estrés para los empleados y una mayor productividad. Aquí hay algunas formas efectivas para demostrarle a tus empleados que son importantes:
Proporciona un reconocimiento por escrito y compártelo con toda la plantilla laboral.
Ofrece a los empleados "proyectos de empeño" que hagan avanzar el negocio.
Muestra interés en sus vidas más allá del lugar de trabajo.
Organiza un almuerzo de agradecimiento.
Proporciona comentarios regulares y constructivos sobre su desempeño laboral.
Demostrar que te importa y que valoras su esfuerzo, mejora la cultura de tu empresa, aumenta la moral, evita el efecto de una rotación costosa y beneficia tu balance final.
Fomenta el uso de su tiempo libre remunerado y vacaciones. En algunas culturas corporativas, los empleados sienten que tomarse tiempo libre de alguna manera terminará por perjudicarlos. Así que asegúrate de no estar enviando señales equivocadas (por ejemplo, nunca dejes de trabajar), animando activamente a tus empleados a usar su tiempo libre remunerado y sus vacaciones para alejarse del entorno laboral y "desestresarse".
Al mismo tiempo, es inteligente asegurarse de tener "procedimientos de respaldo adecuados, para que los empleados no se sientan obligados a quedarse en la oficina" y desalentarlos de "estar al pendiente mientras están fuera".
Finalmente, ten en cuenta que los empleados siempre siguen tu ejemplo. Deja en claro, tanto con tus acciones como con tus palabras, que promover un entorno libre de estrés es una prioridad dentro de la empresa. Si este mensaje se escucha alto y claro, es muy probable que veas un aumento en la moral y en la productividad.
Escrito por The Alternative Board
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